Con presencia de Autoridades Municipales, Inspectora Jefe Distrital e Inspectores de Área, directivos, docentes y alumnos, banderas de otras instituciones educativas, apertura a la comunidad y participación de los medios de comunicación locales se realizó el Acto Central en la EET Nº 1. El mismo consistió en la proyección y análisis de un video compaginado con datos históricos y numéricos, titulares de los principales diarios del país, testimonios, aportes de historiadores e imágenes y como cierre la escucha atenta de la canción de Leon Gieco “La memoria”
Ambos recursos didácticos fueron introducidos por las palabras de los profesores Analía Cardone y Juan Carlos Llauradó
"Si los pueblos no se ilustran, si no conocen sus derechos y sus deberes, un tirano sucederá a otro, pero nunca se acabará la tiranía” Mariano Moreno
La memoria de un pueblo es su acervo cultural, su lenguaje, sus tradiciones y costumbres, su idiosincracia, su educación, su pasado, su presente y su futuro.
Hace treinta y cinco años quisieron arrebatarnos de las manos las riendas de nuestro propio destino.
De una u otra forma, cada uno de nosotros somos uno de los treinta mil compatriotas desaparecidos.
De una u otra manera todos portamos un pañuelo blanco sobre nuestras cabezas, como una expresión simbólica de esa memoria que, al igual que el Ave Fenix, resucita de sus cenizas.
Hace treinta y cinco años atrás la muerte con su atuendo de gorras, botas, fusiles y comunicados, quiso imponernos por la fuerza, un estilo de vida fundado en el autoritarismo y el desprecio por la dignidad humana.
Sin embargo, no lo lograron.
Durante seis años fuimos perseguidos, despojados de toda investidura, exiliados en tierras foráneas y obligados a vivir bajo el yugo de un poder denominado "Proceso de Reorganización Nacional".
Sin embargo, cuando ellos demostraron su incapacidad y su impotencia en pos de una guerra quimérica, donde jóvenes de dieciocho años murieron en vano, cayó para siempre su falsa mascarada, y cual serpiente que una vez emponzoñó el tejido social, huyeron a sus cuarteles y se atrincheraron.¨
Pero eso no les sirvió de nada en absoluto. Poco a poco fue descubriéndose el telón de la obra que representaron y nosotros comenzamos a comprender, que era posible hacer las cosas de otro modo, y así lo hicimos.
Por eso solicito a todos los presentes un instante de silencio, por todos aquellos que fuimos víctimas de tan atroz desatino y, a su vez, humildemente les pido que no nos olvidemos que siempre es posible un mundo mejor y más justo.